martes, 21 de febrero de 2012

Vivir o no vivir



Decisión. Palabra clave, matriz. Ser humano es tomar decisiones. Algo tan imprescindible como respirar. Muchos son quienes confunden poder de decisión con valentía o quizás coraje. Yo lo simplifico como una cualidad natural, como un obsequio de la razón que todos recibimos en forma perfectamente equitativa.

El miedo es el peor rival al momento de decidir. Es su antípoda y su obstáculo. El miedo es destructivo y saber dominarlo nos permite conservar nuestra integridad. Ahí es donde las decisiones son las herramientas perfectas. Quien decide, no teme. Y quien no teme, vive.

No se trata de tomar muchas y buenas decisiones. No es una cuestión meramente cuantitativa o cualitativa. Basta con que nuestras decisiones sean unipersonales, propias y limpias de cualquier persuasión o influencia ajena.

Tomar decisiones no marca ese camino a la felicidad del que tantos hablan, pero sí permite alcanzar estabilidad y sobre todo, tranquilidad.